Ya hemos hablado en otras entradas de los esguinces. Partiendo de que según el grado de éste, en los esguinces de tobillo habrá una afectación mayor o menor del ligamento peroneo-astragalino.
Pero ¿sabías qué biomecánicamente se producen otras alteraciones muy importantes y que si no se corrigen y se mantienen en el tiempo, pueden a largo plazo favorecer la aparición de otras lesiones?
Os dejo lo contamos a continuación:
📍 El astrágalo (justo debajo del tobillo) se anterioriza e impacta contra la tibia, y se ve arrastrado a rotación interna en relación al talón (cae hacia el interior).
📍 Este desplazamiento obliga al siguiente hueso, el escafoides, a desplazarse en posición baja y a su vez éste arrastra al cuboides (que forman juntos el arco del pie) y realiza un giro, hundiéndose en el centro y favoreciendo el pie plano.
📍 Por otro lado, la tracción del ligamento lateral externo va a obligar a que el extremo inferior del peroné se desplace hacia delante y el extremos superior quedará fijado hacia atrás, es decir, se produce una TORSIÓN del peroné. En condiciones normales el peroné se mueve armoniosamente de forma global hacia delante o hacia atrás.
📍 Estas adaptaciones pondrán en tensión al triceps sural e isquiotibiales. Si dicha tensión se mantiene en el tiempo, toda esta musculatura provocará una tracción hacia atrás del iliaco (iliaco posterior).
Por todo ello, será necesario restaurar todo el equilibrio articular mediante un ABORDAJE OSTEOPÁTICO.
Abordaremos el tobillo a nivel de la articulación de la tibia, talón, arco del pie (par escafoides-cuboides) y el maléolo peroneo anteriorizado, a nivel de rodilla, la cabeza del peroné posterior, y a nivel de la pelvis, el iliaco posterior, y columna lumbar si fuese necesario.
En Fisioterapia y Osteopatía Paloma Mora, tratamos esta lesión desde un punto de vista fisioterápico y osteopático para conseguir la correcta biomecánica tras sufrir esta lesión. Si tienes dudas, consúltanos.
