Hace unas semanas, una de nuestras fisioterapeutas especializada en suelo pélvico, Mónica, recibía en consulta a Ana, una mujer que tras el parto, refería dolor intenso en las relaciones sexuales.
Esto se llama dispareunia y muchas veces pasa desapercibida.
En ocasiones, el origen está en el nervio pudendo, que puede verse afectado durante el parto bien por estiramiento, presión o pequeños traumatismos, generando dolor en la zona genital.
La buena noticia es que existen tratamientos muy efectivos, como la neuromodulación de este nervio, que ayuda a “reeducarlo” para reducir el dolor y mejorar la calidad de vida.
En el caso de Ana, tras visitar a varios fisioterapeutas y no obtener mejoría, una vez realizada la exploración fisioterápica, decidimos abordarlo insistiendo en dicha técnica. Tras cinco sesiones, la paciente dejó de sentir dolor.
Con un diagnóstico adecuado y un tratamiento personalizado de fisioterapia de suelo pélvico, es posible volver a vivir las relaciones sexuales sin dolor y recuperar la calidad de vida.